El Open de España Presented by Madrid ha conseguido un field de jugadores que, sin duda alguna, bien merecen la compra de unas entradas para disfrutar de su juego.
Pocas veces vamos a tener la ocasión de disfrutar, en Madrid, de un elenco de jugadores que reúne nada menos que a cuatro ganadores del Masters de Augusta. El primero de los majors que se disputa cada año y que, junto con el The Open Championship pasa por ser de los más seguidos en el continente europeo. También, ambos majors son los más ansiados en el palmarés de los profesionales a este lado del Atlántico. Especialmente, por los españoles.
Ocasiones como esta hay que aprovecharlas y, seamos francos, el precio de las entradas para asistir al torneo no hace más que reafirmar la idea de que “esto no me lo puedo perder”. Ha habido ediciones del Open de España con fields más atractivos, cierto. Pero también lo es que ha habido años mucho peores o, incluso, algún año en el que ni se celebró. Que el Open siga siendo un torneo de solera, también depende de nosotros. De los aficionados españoles.
Como todos Ustedes son unos aficionados “pata negra” a este nuestro amado deporte, seguro que ya saben quiénes son los cuatro campeones del Masters que disputarán la prueba (o que en el momento de redactar este artículo figuran en el field del torneo). Pero como siempre hay algún despistado, vamos a repasarlos y por orden cronológico.
Lo del orden cronológico lo hacemos porque se da una curiosidad bastante rara en este Open de España. De los cuatro jugadores que han ganado sus Masters, tres de ellos lo han hecho de manera consecutiva, poniéndose las chaquetas verdes de uno a otro casi, casi, haciendo un trenecito.
Estamos hablando de Danny Willett que ganó su Masters en 2016, Sergio García que lo conquistó en 2017 y Patrick Reed que hizo lo propio en 2018. El cuarto en la lista es Jon Rahm que, como todos Ustedes saben, se lo llevó en 2023.
Danny Willett:
¿Recuerdan la peli “Héroe por accidente” con Dustin Hoffman y Andy García? Bien, pues la historia de Willett con el Masters encaja a la perfección con el título.
Año 2016. La era en la el Chico Maravilla estaba en plena efervescencia. Jordan Spieth había ganado el Masters de 2015 y también el Tour Championship, último torneo del PGA Tour como lo que hoy es la FedEx Cup o la final de Dubai del DP World Tour. En 2016, todo apuntaba a que iba a repetir éxito siendo uno de los principales candidatos al triunfo.
Y así se llegó a la cuarta ronda. Jordan Spieth lideraba la tabla clasificatoria mientras que Danny Willett partiría quinto empatado con Jason Day y Dustin Johnson y a tres golpes de Spieth. Por cierto, en esa clasificación ya asomaba la patita un tal Bryson Dechambeau que ganaría el trofeo al mejor amateur.
Cuando Spieth llegó al tee del 10, lideraba el Masters por cinco golpes. El sastre ya estaba preparando la chaqueta con las medidas del Golden Boy. Sería la segunda consecutiva para el de Dallas. Pero llegó el hoyo 10 y se abrieron los infiernos. Los dioses del golf dijeron no y dieron portazo.
Bogeys al 10, al 11 y cuádruple bogey en el 12 en unas escenas verdaderamente dramáticas. Cerró con 73 golpes. Un drama. Un colapso que ya forma parte de la historia del golf moderno.
Mientras tanto, Willett firmaba una más que magnífica vuelta de 67 (cinco bajo par) con ningún bogey (ojo, en la última ronda del Masters y con la presión de estar peleando por el triunfo). Seis golpes menos que Jordan Spieth y el gato al agua.
Mucho se ha dicho que si “vaya potra” que si “se lo encontró” y múltiples sandeces más. Un major se juega a cuatro rondas. Willett fue el mejor tras las cuatro. No es casualidad.
El inglés se convertiría en el segundo inglés en ganar el Masters tras Faldo (veinte años hicieron falta) y primer europeo tras José María Olazábal (1999) en ganarlo. Por cierto, para mayor sufrimiento de Jordan Spieth tras su derrumbe, se vivió el momento surrealista de que, como ganador de la edición del año anterior, tuvo que ponerle la chaqueta verde al inglés.
Sergio García:
Nuestro Sergio. ¡Qué semana aquella!
Año 2017. Habían pasado dieciocho años desde que Chema Olazábal nos trajo nuestro cuarto Masters y su segundo. Dieciocho largos años estuvimos esperando. Algunos, incluso llegaron a pensar que no volvería a suceder nunca.
Pero pasó. Sergio nos hizo muy felices a todos aquel maravilloso día dos de abril de 2017. Sobre todo porque las pasamos muy puñeteras para poder ver a un español ganando aquel día. Como muchos de los triunfos de Sergio, este tampoco fue fácil.
Llegamos al hoyo 10 empatados con un Justin Rose imperial. Nueve hoyos parecían muy pocos para poder dirimir una igualdad semejante. Y, efectivamente, fueron pocos. Al llegar al 13, Sergio iba dos golpes por detrás de Justin Rose que se puso líder. Aquí, la mayoría estábamos tocados.
Y, precisamente, en el hoyo 13 se produce un pequeño punto de inflexión. Sergio salva un putt dramático para rascar un par de muchísimo mérito mientras Justin Rose, tras rozar el eagle y fallar un putt franco de birdie, se va del hoyo con dos de ventaja cuando podrían haber sido cuatro. Vivos.
En el catorce, tras un golpe brutal desde la calle, Sergio firma el birdie y reduce la ventaja del inglés a un único golpe. Y coleando. En el quince un nuevo golpe desde la calle que el propio Sergio califica como el mejor hierro 8 que ha pegado hasta la fecha. No la emboca de verdadero milagro. El putt que lanzaría sería para Eagle y lo embocó. Locura. Justin Rose, por su parte, firmó un birdie en el mismo hoyo. Empatados.
En el dieciséis, nueva cornada. Justin Rose hizo birdie mientras que Sergio no pudo pasar del par. Uno por detrás, de nuevo. Rápido se corrigió de nuevo en el 17. Bogey para Rose, par para Sergio. Nuevamente empatados. En el 18 Sergio la tuvo pero no pudo aprovechar un putt que le habría dado el triunfo. A playoff. Un sinvivir.
Así, llegamos al primer (y único) hoyo del play-off. Justin Rose se mete en los árboles de la derecha y la bola cae en la pinaza justo debajo de un árbol. Sergio hace una buena salida al lado correcto de la calle. El approach de Sergio es buenísimo. Opción de birdie. El de Rose no lo es tanto y falla el putt para par. Bogey. Sergio tiene dos putts para ganar el torneo pero emboca el primero. La locura absoluta. Quinto Masters de Augusta para el golf español. Primer major para Sergio.
Tal y como les decíamos al principio, Danny Willett puso la chaqueta a Sergio García en el primero de los dos traspasos de la verde entre jugadores del Open de España 2025.
Patrick Reed:
Año 2018. A la quinta fue la vencida. Esas fueron las apariciones que necesitó Patrick Reed para enfundarse la chaqueta azul, por cierto, de manos de Sergio García.
Se dice que los torneos se ganan los domingos pero, en el caso de esta edición del Masters, Patrick Reed empezó a sellar su victoria el viernes con una vuelta de -6 con nada menos que nueve birdies frenados por tres bogeys.
Lo del sábado fue más de lo mismo. Cinco bajo par con sendos eagles en los hoyos trece y quince. Esto le permitió llegar a la cuarta ronda del torneo con una cómoda ventaja de tres golpes sobre Rory McIlroy y seguir mostrando un juego más que sólido.
El problema para Reed fue que Rickie Fowler se acercó tan peligrosamente que se quedó a un único golpe del Capitán América. Una vuelta de 65 golpes de Fowler fue suficiente para hacer que Reed tuviese que apretar los dientes. Finalmente, dispuso de dos putts para ganar el Masters y tuvo que hacer uso de los dos.
Por cierto, en ese Masters, Jon Rahm firmaría un cuarto puesto de gran mérito y dando muestras de un nivel de juego impropio para un chico de veintidós años y disputando su tercera temporada como profesional.
Siguiendo la cadena de chaquetas verdes, Sergio García como vigente campeón tuvo el honor de poner la chaqueta a Patrick Reed.
Jon Rahm:
El cuarto de los campeones del Masters que disputarán el Open de España esta semana y nuestro más reciente ganador de Major. Jon consiguió el sexto Masters de Augusta para el golf español. Este logro nos convierte en el segundo país del mundo con más triunfos en Augusta National tras los Estados Unidos. Ojo a este dato.
Por cierto, para los amigos de las coincidencias, Jon gana el Masters de Augusta un 9 de Abril. Misma fecha en la que nació Severiano Ballesteros allá por 1957.
Durante todo el torneo el mal tiempo fue la tónica y ello provocó que la jornada de sábado se tuviese que completar el domingo. Jon y Brooks Koepka tuvieron que detener su tercera ronda en el green del hoyo 7. En el momento de la suspensión, Koepka aventajaba a Jon en cuatro golpes.
El caso es que, tras finalizar los hoyos pendientes de la ronda 3, Jon llegaba a la cuarta y última ronda con dos golpes de desventaja sobre un Koepka realmente sólido. En el tercer hoyo, Koepka comete bogey y Jon responde con un birdie. Empatados. Salió el sol.
Koepka cometió un nuevo bogey en el sexto hoyo mientras que Jon hizo un birdie espectacular en el octavo para ponerse dos golpes por encima de Koepka.
Nuevo bogey de Koepka en el 12. Jon ya le sacaba tres golpes al norteamericano.
Y, entonces, ocurrió. Hoyo catorce de Augusta National. Jon sale del tee y su golpe se va a la derecha de la calle que dando su bola en la pinaza. Mala posición y tocaba hacer una recuperación de mérito para poder tener opciones de rascar algo positivo en el hoyo.
El golpe que se saca el León de Barrika es, para nosotros, el mejor que ha pegado en su carrera. Por cierto, Adam Hayes nos lo contaba en la entrevista que le hacíamos en LIV Golf Andalucía. Seguro que lo han visto. Puede que no lo recuerden. Por favor, no se lo pierdan.
Pares relajados en los últimos cuatro hoyos para cerrar el torneo con una victoria de autoridad al terminar con cuatro golpes de diferencia sobre los perseguidores. Koepka, terminó segundo empatado con un Phil Mickelson que protagonizó la remada del día ya que empezaba la cuarta ronda a diez golpes del liderato. Memorable.
Y llegó el momento que tanto estábamos esperando. Desde 2017, año en que Sergio ganó su Masters. Jon Rahm ganaba su segundo Major en un momento que quedará para la historia de nuestro golf y grabado en nuestras retinas:
Pues, así es, amigos. Cuatro ganadores del Masters de Augusta al lado de casa. No se lo pierdan porque será apasionante.
Por cierto, si Jon gana este Open de España, sería el cuarto título y superaría a Seve Ballesteros. Casi nada.
¿De verdad se va aquedar Usted en casa? Haga el favor y cómprese unas entradas.