El británico duerme líder con cuatro golpes de ventaja sobre Joel Girrbach y cinco sobre la pareja formada por Brown y Reed. Puig y Ayora nuestras grandes bazas aunque con escasas opciones.
La tercera jornada del Open de España 2025 ha tenido luces y sombras para los aficionados españoles.
En el lado de las luces, claramente sigue firme Ángel Ayora que repetía su dos bajo par de la vuelta de ayer, consolidándose como el mejor español. La diferencia está en que le ha dado caza David Puig y ambos duermen en la undécima posición con -8 en el acumulado. Sinceramente, pasadas tres rondas, ciertamente son los que mejor han jugado de los nuestros.
Comparecía Ayora ante los medios y señalaba que “nunca he jugado con tanto público a favor”. Esto ya lo señaló ayer pero fue claro al indicar que hoy lo había sentido mucho. Jornada de sábado, mucha más asistencia y ciertamente Ángel es uno de los que más miradas está atrayendo. Está jugando muy bien.
Al respecto del líder del torneo, Ayora indicaba que “Penge ha jugado como un queso”. Una de las curiosidades del día ha venido cuando, preguntado por la marca de su ropa (es la de Seve Ballesteros) ha mencionado que tiene muy presente al genio Pedreña y contó a los medios que a lo largo de su vuelta ha tocado el logo del polo varias veces para que ayudara con algo de “magia”.
David Puig, por su parte, ha firmado una vuelta de 67 golpes. En los primeros nueve, ni un bogey y cuatro birdies. De hecho, llegó a ponerse segundo de manera momentánea. Nada mal. En los segundos nueve, resultado de suma cero con un birdie y un bogey para hacer cuatro por debajo del par.
En el lado de las luces, también queremos poner a Sergio García. El de Borriol ha empezado la jornada de hoy con dos dificultades importantes. La primera, Eolo. Nada más llegar al tee del 1, se ha levantado un viento que, como podrán ver en el vídeo no invitaba mucho a confiar en el vuelo de la bola desde el tee. Mucho, mucho viento.
En el primer hoyo doble bogey. Los siguientes cuatro hoyos, gráfica en forma de sierra. Birdie, Bogey, Birdie, Bogey. A partir de ahí, Sergio consiguió agarrarse con uñas y dientes a la vuelta y las turbulencias se estabilizaron en forma de pares adornados con un birdie más en el ocho. En los segundos nueve, ni un bogey y tres birdies. Lo mejor, las buenas sensaciones. Y, como él mismo indicaba a los medios presentes, “hacer bajo par” era lo que se llevaba del día.
En las sombras del día hay un nombre que sobresale con fuerza. Jon Rahm ha vivido una de esas montañas rusas que, lejos de ser divertidas, provocan mareos. Su vuelta ha empezado titubeante con un bogey. Cierto es que el Eagle que ha hecho en el cuatro nos levantó de la silla, como quien dice. Nuevo tropiezo en el cinco y, a continuación, tres birdies seguidos. Sensación colectiva de “ahí viene”.
La desactivación del momento de Jon con el batacazo del hoyo 11. Un doble bogey que resultó una losa que ni el de Barrika pudo levantar. Una pena. El balance, misión imposible. Ni siquiera para Jon Rahm. Doce golpes son una distancia imposible.
Otro de los que pasó un mal día fue Rafa Cabrera Bello. “No salieron las cosas. Es verdad que no he jugado como el resultado indica pero el campo está exigente”. La parte positiva es que Rafa juega en casa en Madrid. El público le muestra un cariño enorme y así lo reconoce y agradece. Le preguntábamos por la ovación que ha recibido en el tee del uno, al ser presentado por el speaker y nos decía: “mola mucho. Estoy muy agradecido al público. Siempre noto su apoyo y su cariño. Yo les prometo seguir dando lo mejor de mi hasta el final, pase lo que pase”.
Por nuestra parte, nos hemos centrado en coger declaraciones de tres de los jugadores que están arriba. Estuvimos con Marco Penge, líder de la prueba, Patrick Reed y Tom McKibbin. Primero, tercero y quinto en la clasificación.
Podrán encontrar las declaraciones de cada uno de ellos en nuestra página.